SAN LUIS RÍO COLORADO, Sonora (Notimex).- La cuesta de enero puede generar angustia y depresión, entre otros males psicológicos.
La gente recurre a casas de empeño para aliviar los problemas económicos que les dejaron los gastos de las fiestas decembrinas, que se agravaron con el encarecimiento del dólar frente al peso.
Esta situación, que se presenta todos los años y se relaciona con las compras desmedidas, incluso puede conducir a padecimientos mentales, advierte el psicólogo Manuel Toledo Martínez.
“En los papás pueden tener fuerte impacto las responsabilidades económicas del hogar, en especial después de las fiestas de fin de año y la compra de regalos. Se genera preocupación y estrés que afectan el estado anímico”.
En el primer mes del año se incrementan hasta un 30% las consultas en los servicios de salud mental como resultado de esa preocupación.
El carpintero Raúl Gámez dice que la gente seguirá gastando a pesar de los llamados a que cuide su dinero. “Más si tienes hijos, que ya no son de carritos y muñecas, porque te piden aparatos que cuestan 200 o 300 dólares, y como ven que a sus amigos y compañeros de escuela sus papás les compran, también quieren”.