Pilar Varas Gómez (*)
La semana pasada escribía sobre la Duquesa de Alba como persona y ahora hablaré de algunos de sus títulos.
Carlos de Habsburgo, o sea, el rey Carlos I de España y V de Alemania, fue el primero en otorgar la Grandeza en España, que equivale al título en inglés de prince (príncipe) y princess (princesa). Cada Grandeza va acompañada de un título nobiliario, tierras, castillos o palacios.
La Duquesa de Alba fue dieciocho veces Grande de España, pero como consecuencia de su último matrimonio repartió entre sus hijos cuatro Grandezas, quedándose al morir sólo con catorce. Fue una de las mayores terratenientes de España, con un patrimonio de 2,800 millones de euros.
Poseía más de 20 castillos y los palacios de Liria en Madrid, de las Dueñas en Sevilla y el de Monterrey en Salamanca, entre otros.
Nunca poseyó el Ducado de Huéscar, ya que éste pasó a su hijo mayor Carlos Juan Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo cuando cumplió cuatro años. En ese momento Cayetana era duquesa de Montoro, título que heredó su única hija, María Eugenia Martínez de Irujo.
Se decía que si se encontraban la Reina de Inglaterra y la Duquesa de Alba la primera le tenía que hacer una reverencia a la segunda; esto es falso, porque el título de reina está por encima de todos los otros títulos y, además, la reina Isabel II es diecisiete veces reina, porque es reina del Reino Unido y de 16 estados soberanos.
Los títulos nobiliarios y las sucesiones en España son tramitados por el Ministerio de Justicia y el uso indebido de éstos está perseguido por la Ley. La persona que cuenta con títulos nobiliarios en España tiene que pagar impuestos por cada título que posee a la Agencia de Recaudación Tributaria.
—–
(*) Diplomada en protocolo y organización de eventos, y artista plástica. Correo: pvarases@msn.com.