“Lo esencial del voluntariado no es solo poner el ojo en el foco, sino ensanchar la mirada y la mente y ubicarla en la realidad”, señaló el doctor Luis Aranguren Gonzalo, durante la conferencia “Lo esencial del voluntariado” que ofreció ayer en el auditorio del Olimpo.
Autor de los libros “Cartografía del voluntariado”, “Solidaridad, la nueva ternura” y “Lo esencial del voluntariado”, el doctor Aranguren destacó que el voluntariado es un puente de humanización. “Es un puente de ida y vuelta hacia el amor”, dijo.
“Es un puente que nos humaniza los unos a los otros. Cuando un voluntario está trabajando con una persona enferma, discapacitada allí se está creando un puente, se abre un puente y lo que se acontece entre esa persona y el voluntario es vida nueva. La palabra ‘entre’ es lo más importante que existe”.
La conferencia, que se realizó con apoyo del DIF municipal, Infolaicos y PPC México, contó con la participación de alumnos de la preparatoria “Avelino Montes Linaje”, presencia que el doctor agradeció pues los jóvenes son quienes en un futuro tomarán las riendas.
Qué es un voluntario
El especialista señaló que el voluntariado es un germen de nueva civilización, y luego, dirigiéndose al público preguntó: pero ¿qué es una personas voluntaria?
“Un voluntario es una persona que se compromete por iniciativa propia y de forma desinteresada al servicio de la sociedad”, dijo para luego resumir en un decálogo lo que es ser un voluntariado.
Con ejemplo reales, el doctor dio a conocer los diez puntos esenciales: Ser voluntario es pensar y vivir de otro modo.Es integrarse en una acción organizada.Es sentirse portador de nuevas posibilidades.Es cargar la voluntad de acción y la acción de determinación transformadora.Es pisar a fondo el terreno en el que se está para conocerla, saborearla y responder con conocimiento de causa.Es creer que los pasos del camino por andar son más importantes que la llegada.Es vivir la rebeldía como valor en desuso y asumir la contra-cul tura de la solidaridad.Es tener los ojos abiertos y los oídos atentos para no acostumbrarse al quejido de quien sufre.Es saber contar con el límite propio y comunitario y aceptar que nuestra aportación es significativa, pero modesta.Es ser personalista y comunitario.
A la conferencia también asistieron Abraham Flores Ramos, director de PPC México; María de los Ángeles Matos González, directora de Infolaicos, y Érika Janssen, coordinadora de damas voluntarias del DIF Municipal; así como representantes de la Fundación Villa Esperanza, donde el doctor Aranguren ofreció por la tarde el taller “Actitudes y aptitudes del voluntariado”.- IVÁN CANUL
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