LONDRES.- Stephen Hawking advirtió ayer que los esfuerzos por crear máquinas inteligentes representan una seria amenaza para la humanidad. “El desarrollo de una completa inteligencia artificial (IA) podría traducirse en el fin de la raza humana”.
El físico teórico británico, que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELS), está utilizando un nuevo sistema avanzado para comunicarse. Su advertencia se produjo en respuesta a una pregunta acerca de la renovación de esa tecnología, que implica una forma básica de IA.
El nuevo sistema que utiliza Hawking fue desarrollado por Intel y la empresa británica Swiftkey. La tecnología ya se emplea en teléfonos inteligentes y aprende cómo piensa el científico para luego sugerirle palabras que quisiera utilizar al momento de expresarse, informa la BBC.
Para Hawking, la inteligencia artificial ha probado ser muy útil, pero teme que una versión más elaborada de ella “pueda decidir rediseñarse por cuenta propia e incluso llegar a un nivel superior”.
“Los humanos, que son seres limitados por su lenta evolución biológica, no podrán competir con las máquinas, y serán superados”.
Otros son menos pesimistas al respecto. “Creo que vamos a permanecer en control de la tecnología por un tiempo bastante prolongado, tanto como podamos resolver los problemas mundiales que se vayan presentando”, dijo Rollo Carpenter, creador del software inteligente Cleverbot.
Cleverbot aprende de las conversaciones que sostiene. Ha obtenido altas calificaciones en el examen Turing, que mide el desarrollo de inteligencia artificial.
Carpenter afirma que la humanidad aún se encuentra muy lejos de desarrollar los algoritmos necesarios para alcanzar la completa inteligencia artificial, pero cree que se llegará a eso en las próximas décadas.
De un vistazo
Entusiasmo
A pesar de sus temores de que las máquinas tomen el control de la humanidad, Stephen Hawking está entusiasmado por las mejoras aplicadas a la tecnología que actualmente utiliza para hablar y escribir.
Misma voz
Lo único que no ha cambiado en el sistema ha sido la voz robótica, pero Hawking dice que no quería una más natural.