¡Hola, Rebeca! Desde que me enamoré de mi esposa tuvimos una relación muy cercana en todos los aspectos; sin embargo, desde hace tres años, cuando nació nuestro bebé, cada vez nos distanciamos más. Quiero mucho a mi hijo y me gusta ser su papá, pero extraño a mi esposa. ¿Estoy siendo egoísta? Luis.
¡Hola, Luis! La llegada de un nuevo integrante a la familia implica muchas modificaciones a la vida a la que estaba acostumbrada tener la pareja. Ya no sólo son ustedes dos, ahora debes compartir la atención, tiempo y cuidados de tu esposa con un bebé que es muy demandante, que depende totalmente de ustedes.
Hay una diferencia muy grande entre ser mamá y papá, ya que quien provee la mayoría de los cuidados es ella y, aunque cada vez los hombres se involucran más en la atención de los hijos, su esmero es en aspectos igualmente importantes pero diferentes, por ejemplo: mamá da de comer y acuna; papá juega y lee historias. Dichas actividades son sumamente importantes en la vida de un bebé, sin embargo el tiempo y la forma en que se sienten los cuidados son distintos, sobre todo en la edad que ahora tiene tu hijo, quien seguramente está demandando más atención de la que tú quisieras, ya que está en el tránsito de ser un niño que ya no necesitará de tantos cuidados como un bebé.
La actitud de tu esposa ha cambiado debido a que desde que nació tu hijo ha tenido la necesidad y la responsabilidad de brindarle cuidados y eso ha hecho que te sientas desplazado, a pesar del amor que tu pequeño te inspira. Tu sensación al mismo tiempo hace que te sientas culpable ya que te das cuenta que su proceder es el deseable en cualquier mujer.
La ilusión de ser madre no quita la de ser mujer y probablemente ella sienta la distancia de la que ahora hablas, sin embargo no la ha externado porque su hijo ocupa más parte de su tiempo. Tal vez si lo platicas con ella abordando el aspecto de la culpabilidad, en el sentido de no querer hacer a tu hijo a un lado sino en el deseo de recuperar su relación, seguramente encontrarás en ella la misma necesidad de ser nuevamente la pareja que eran.
Una vez que ambos estén en sintonía será más sencillo que encuentren una solución, por ejemplo enseñar a tu hijo a que a partir de cierta hora es momento de dormir porque sus papás tienen cosas qué hacer o que una noche a la semana sea sólo para la pareja, para lo cual deberán encontrar a alguien de toda su confianza a quien le puedan encargar el cuidado de tu hijo mientras ustedes salen a cenar, escuchar música o hacen lo que añoran desde que fueron padres.
Si tienes alguna duda sobre ser papá o mamá escríbeme a contacto@rebecavences. com. Si requieres apoyo para tratar algún problema personal o familiar pide una cita al teléfono 317-59-17.
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*) Maestra en Psicología.