LANGHORNE, Pensilvania (AP).- Kelly Mathews tiene una misión: que más niñas se interesen por las STEM.
Ese acrónimo alude a las siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Y para Kelly Matthews es una misión que comienza en casa con su hija de 9 meses, Marilyn. “Quiero que vea las cosas y se pregunte cómo funcionan”, señala Kelly, “y que si ve algo y piensa: ‘¿No sería genial si yo pudiera hacer eso?’, sepa que puede hacerlo”.
Kelly, ingeniera de software en Chalfont, cree que cuanto antes se involucre a las niñas en estos campos más probabilidades hay de que se sientan con la capacidad de elegir esas carreras al graduarse de preparatoria.
Esa creencia está ganando fuerza en las comunidades educativas y de negocios. El Departamento de Comercio de Estados Unidos calcula que las mujeres representan menos del 25 por ciento de la fuerza de trabajo en empleos relacionados con las STEM, acrónimo creado por un integrante de la Fundación Nacional de Ciencia en la década de 1990.
La ingeniera Kelly Mathews ha hecho equipo con TechGirlz, organización de Filadelfia sin ánimo de lucro que quiere cerrar la brecha de género enseñando a las niñas de educación secundaria y preparatoria sobre las carreras profesionales en el campo de la tecnología.
Kelly, una de las dos únicas ingenieras de su empresa, cree que su mensaje es sencillo: “Puedes ser fabulosa y puedes ser inteligente”, y que las niñas “no tienen que elegir bando”.
A su vez, Kelly Parisi, portavoz de Girls Scouts de Estados Unidos, explica que esa organización trabaja para ayudar a las niñas de todo el país a involucrarse en la ciencia desde que se fundó allá por 1913. En una reciente actividad en Hempstead, Nueva York, niñas de las categorías Brownie y Junior hicieron lo que los científicos voluntarios llaman “flubber”, una masa viscosa elaborada con pegamento, bórax, agua y colorante alimenticio.
Las Girl Scouts ofrecen unas treinta insignias de STEM, desde Programación hasta Ingeniería e Informática. Sean Cohen, director de Operaciones en la firma de mercadotecnia por correo electrónico AWeber, considera que los dueños de empresas deberían estar más implicados en los programas de educación preparatoria.
Kelly Mathews espera que, si empieza pronto, su hija sepa que una carrera en las STEM está a su alcance. “Si quiere y si no quiere también es genial. Sólo quiero que sepa lo que hay ahí fuera”, subraya la ingeniera.
De un vistazo
Caso mexicano
Alicia Santiago, bióloga por la UNAM y doctora en Biología Celular y del Desarrollo por la Universidad de California, vive en Washington, donde se se involucró en programas de educación científica.
Impulso
La experta regresó a la República con el programa SciGirls y FabFems, que se dedican a entusiasmar a las chicas en temas científicos.
Fuente: La Jornada