BERLÍN (AP).- La histórica misión de posar una nave espacial sobre un cometa quedó ayer literalmente ensombrecida, pues el módulo Philae primero rebotó dos veces y luego quedó varado detrás de un acantilado que le impide recibir energía solar.
La buena noticia es que está estable y en buenas condiciones: sus máquinas ya están recabando datos científicos y enviándolos a la Tierra. La mala es que su funcionamiento podría quedar interrumpido antes de lo previsto, debido a la falta de energía solar, necesaria para recargar sus baterías.
El científico Jean-Pierre Bibring declaró que, al parecer, Philae está parado sobre dos de sus tres patas, aunque su instrumental científico opera normalmente. Antes de decidir cómo cambiar la posición de la nave, los expertos destinarán dos días a recolectar la máxima información posible, aprovechando la batería que le queda.
En teoría, los paneles solares iban a poder recargar las baterías para que duraran una hora adicional por día, pero ahora no se sabe si eso será posible. “Estamos recibiendo menos energía solar de la que habíamos planeado”, admitió Koen Geurts, uno de los responsables del proyecto. “Esto, por supuesto, afecta (…) nuestra capacidad de realizar experimentos científicos por un período extenso, y desafortunadamente, ésta no es la situación que esperábamos”.
Las baterías de Philae tienen duración de 64 horas y los paneles solares podrían extender su alcance por una hora diaria. “Estamos justo en la sombra de un acantilado”, explicó Geurts. “Estamos permanentemente en la sombra y eso es parte del problema. Trataremos de orientar mejor los paneles solares. Pero muchos de los demás instrumentos ya han adquirido lo que deseaban”.
La pregunta clave es si el taladro de Philae podrá usarse para obtener muestras de debajo de la superficie sin empujar al módulo de vuelta al espacio. “Taladrar sin estar bien aferrados y sin saber cómo la nave está sujeta a la superficie es peligroso. Podríamos hacer que la nave se desequilibre”, afirmó Stephan Ulamec, director operativo de la misión.
La gravedad sobre el cometa es 100,000 veces menor a la de la Tierra, lo que supone que el módulo, que tiene el tamaño de una lavadora, allí pesa sólo un gramo.
Misión | Datos
Durante el aterrizaje los científicos no se podían dar el lujo de cometer errores.
Demoras
Philae se comunica a través de la Rosetta y todas las señales que mandan las dos naves llegan a la Tierra 28 minutos después porque viajan a la velocidad de la luz y se encuentran a una distancia de nuestro planeta de 511 millones de kilómetros.
Tiempo valioso
Todas las correcciones de las maniobras se producen más o menos una hora después, porque la señal desde el centro de control de operaciones en Darmstadt también tarda en llegar a las naves 28 minutos.
Fuente: EFE