Vivir una vida en pareja larga y armoniosa es un arte en el cual ambos tienen que aprender a discutir. Aceptando que es natural e inevitable que se presenten diferencias en una relación tan íntima como es el matrimonio, y dejando atrás la teoría, pasaré a dar recomendaciones prácticas para hacer de las discusiones una herramienta que ayude construir una relación más sólida y armoniosa:
- Asegúrate de no estar molesto u ofuscado, que no estas desquitándote de un mal día en el trabajo o que la muchacha del servicio doméstico te dejó plantado. Tu pareja no tiene que pagar las consecuencias.
2.- Las fechas en que hay más pleitos en la pareja son a final de la quincena, cuando no hay dinero, y también los días del mes en que la mujer está más sensible o irritada. Postérgalo para otro día.
3.- No discutas si estás hambriento, déjalo para después de comer; con el estómago lleno quizás veas distintas las cosas. Nuestras abuelitas recomendaban: “Dale de comer a tu marido antes que nada cuando llegue a la casa” y tenían razón.
4.- No ventiles tus problemas frente a los demás, a veces comenzamos muy civilizadamente a tratar un tema en una reunión y al poco rato nuestros egos se encargan de convertirlos en una competencia que nadie quiere perder y terminamos haciendo un papelón frente a terceros dejando en evidencia nuestros asuntos privados. Sin mencionar que a los demás les resulta casi siempre muy incómodo.
5.- Ni el vino ni el alcohol se llevan con una discusión provechosa. Frecuentemente las cosas se salen de control y podemos decir cosas de las que nos arrepentiremos al otro día; la cruda oral al día siguiente será peor que la cruda física.
6.- No amenaces al otro ni menciones la palabra divorcio o separación. Así comienzan la mayoría de los divorcios (¡qué casualidad!).
7.- Encuentren el lugar y momento propicios y a solas. Tómense su tiempo y asegúrense de no ser interrumpidos ni escuchados por terceros, mucho menos los hijos.
8.- Evita generalizar usando palabras como “siempre” o “nunca”, palabras que descarrilan una discusión.
9.- No seas ofensivo con tu pareja y mucho menos tu familia política.
10.- Cuida el tono y volumen de tu voz. ¿Será necesario recalcar que los insultos no están permitidos? Y los apodos menos.
11.- Procura tener algo que ofrecer a cambio de lo que pides. Así resultará más fácil aceptar tus peticiones y todos tendrán algo que ganar.
12.- Con el tema del dinero es indispensable que tengan a mano papel y lápiz, no pluma, pues habrá que usar el borrador más de lo que se imaginan.
13.- Préstale toda tu atención, apaga tu celular o la televisión. Aparta tu libro y mírense de frente.
14.- Enfócate en el error que quieres combatir y ataca el defecto, no a la persona; es distinto decir: “Me molesta esa ropa”, a decir: “Eres una cualquiera”.., la ropa fácilmente te la puedes quitar, no así la ofensa que muchas veces desencadenará una respuesta parecida a: “Pues sí y qué. ¡Así soy, y qué!”.
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*) Psicólogo. Correo: pedro jjcastro@hotmail.com. Teléfono 9992-78-46-81.
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