Da gusto entrar a un coche limpiecito, que huela bien y que su interior este ordenado, y aunque el conductor no sea muy ducho, por el hecho de que su auto este limpio, da la sensación de que maneja mejor y con más cuidado.
El coche dice mucho de nosotros, de nuestra educación, de nuestra personalidad y de los buenos modales.
Hay coches que según el color de su carrocería, pueden aparentar estar más sucios que otros, los colores oscuros por lo general suelen ser más delicados, que los claros, pero independientemente del color, deberíamos traerlos muy limpios.
El interior del coche también debe de estar ordenado y limpio, no hay cosa más desagradable que subirte a un coche y que huela a tabaco, a perro o a un olor desagradable, esto se puede combatir fácilmente con los productos quita olores o los que venden para que los huelan rico.
Como pasajero, si cree que el conductor está poniendo en riesgo su seguridad, pídale que sea más prudente, pero no le diga que camino tiene que tomar para llegar al destino, esto no les gusta nada a los conductores y podríamos oír una respuestas como, quién conduce tú o yo.
Cuando se maneja, es fácil perder los nervios por culpa de otros conductores que según nuestro criterio maneja mal, pero hay que ser pacientes con todos porque la mayoría de los conductores somos torpes, pero no malvados.
Por seguridad todo pasajero debe abrocharse el cinturón de seguridad.
Las normas del buen comportamiento como conductor son muchas, y se encuentran en el Reglamento de Vialidad para el Estado de Yucatán, siguiendo este reglamento, no será considerado nunca un conductor descortés.
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(*) Diplomada en protocolo y organización de eventos, y artista plástica. Correo: pvarases@msn.com.