OVIEDO (EFE).- Frank Gehry consideró que el 98% de los edificios que se construyen en el mundo son “pura mier…” y respondió con el dedo medio de la mano levantado al preguntarle qué opina de aquéllos que piensan que sus obras no pasan de ser arquitectura espectáculo.
Gehry había llegado minutos antes a Oviedo, donde hoy recogerá de manos de Felipe VI el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, que le fue concedido por ser autor de una obra “virtuosa e innovadora”, al margen de su excelencia estética, y que incluye edificios como el Museo Guggenheim de Bilbao.
Tras marcarse unos pases de baile al ritmo de las gaitas con las que fue recibido en Oviedo, el arquitecto dio una rueda de prensa en la que reaccionó con enfado a las primeras preguntas, actitud por la que luego se disculpó y achacó al aturdimiento del viaje. “Me ha sorprendido descolocado y tuve esa reacción”, dijo sobre el periodista al que le mostró el dedo.
Gehry añadió que él no pide a nadie que le contrate, no tiene publicistas ni agentes y sólo hace lo que le piden clientes que sienten respeto por el arte al que se dedica. Previamente había dicho que “en el mundo en que vivimos el 98% de los edificios que hacen son pura mier.., son malditos edificios sin sensación, ni sentido del diseño, ni respeto por la Humanidad”.
Opinó que hay poca gente capaz de hacer algo relevante en este campo y sólo de vez en cuando “algunas personas hacen algo especial”.
Nacido en Toronto en 1929 pero con nacionalidad estadounidense, donde reside desde los 15 años, Gehry afirmó que aun con 85 de edad adora su trabajo pero no puede decir cuál de todas sus obras es su preferida. “En Bilbao experimenté una sensación fantástica con la ciudad”, declaró sobre la construcción del Guggenheim.
Añadió que hay edificios que por sí solos pueden marcar la diferencia en una ciudad, como su obra de Bilbao, urbe a la que convirtió en orgullo para sus habitantes.