Autor: María Marín
“No quiero que a mis hijos les falte lo que yo nunca tuve”. Esta expresión la utilizan los padres que quieren justificar todas las alcahueterías que tienen con sus hijos.
Conozco a una pareja que cuando su hijo cumplió 16 años le regaló una laptop, una TV de plasma y, como si fuera poco, ¡un auto! Esta actitud exagerada de consentir al joven se debe a que ellos no tuvieron ningún lujo en su niñez y como batallaron muy fuerte para conseguir lo que hoy tienen no quieren que esta historia se repita.
Quizás tú también accedes a los antojos de tu niño con la rapidez de un rayo. Tal vez asumes responsabilidades que él tendría que cumplir o le resuelves problemas que debería solucionar él solo.
Al hacerle la vida tan fácil y complacer todos sus caprichos sin darte cuenta estás entorpeciendo y perjudicando su crecimiento.
Tu ayuda desmedida es lo mismo que romperle el capullo a una mariposa. Es decir, cuando este insecto está casi listo para abandonar su capullo empieza a “forcejear” y “patalear” de tal manera que pareciera que está agonizando. Si tú le abres la envoltura que la cubre, en vez de ayudarla le truncas su futuro, ya que este arduo jaloneo es vital para desarrollar fuerza en sus alas y así poder volar victoriosamente.
Como mariposa
Lo mismo sucede con el desarrollo de un niño: cuando evitas que se esfuerce y le das todo, en vez de ayudarlo perjudicas su crecimiento. Lo privas de descubrir su espíritu emprendedor y la capacidad para defenderse y ser independiente más adelante.
Es maravilloso darle gusto a los hijos, pero cuando te pidan un regalo o cualquier antojo no se lo entregues fácilmente. Exige algo a cambio. Por ejemplo, que lave tu automóvil, que recoja su cuarto o que traiga buenas calificaciones. Así apreciará lo que recibe. Existe una verdad universal que dice: los seres humanos disfrutan más los logros alcanzados con sudor que los obtenidos sin pasar trabajo alguno.
Por eso, ¡no seas tan alcahueta! Permítele a tu hijo experimentar la satisfacción que produce adquirir triunfos por uno mismo.