Autor: Presbítero Alejandro Álvarez Gallegos
El fútbol es un fenómeno social. Paraliza y altera al mismo tiempo la vida de una sociedad que cada cuatro años se vuelca para animar a la selección nacional a dar lo mejor de sí para lograr el pase a la siguiente ronda.
Se goza y se sufre. Sí, se sufre; en lo personal no me atrevería a subestimar el dolor (que sabe a fracaso) de muchas personas, especialmente jóvenes, pues cuando tienes un proyecto personal y fracasa, pues duele, se siente una pérdida, y hoy estoy seguro que millones de mexicanos ven y han sentido como una pérdida que la Selección no haya ganado este último partido contra Holanda.
El sufrimiento se manifiesta de muchas formas y, repito, sí se sufre por el fútbol, pues ya se considera un fenómeno social que trastorna incluso los horarios de las misas.
La vida debe continuar, debemos seguir impulsando proyectos, trabajos y seguir unidos así como en el fútbol, pero también en otras situaciones en las que como pueblo mexicano se nos pida mostrarnos solidarios.
En su mensaje con motivo del Mundial, el papa Francisco, aficionado al fútbol, dijo: “El deporte es un instrumento para comunicar los valores que promueven el bien de la persona humana y ayuda a construir una sociedad pacífica y fraterna”.
“Pensemos en la lealtad, en la perseverancia, en la amistad, en compartir, en la solidaridad”, instó el Papa, quien desde que fue elegido en marzo de 2013 promueve desde el Vaticano un programa internacional en las escuelas de numerosos países para impulsar esos valores a través del deporte con el apoyo de grandes campeones, entre ellos el famoso arquero Gianluigi Buffon, capitán de la Selección Italiana, y Lionel Messi, de la Selección Argentina. Que el deporte siga uniendo pueblos y generando salud, siga promoviendo los valores cristianos para ser el pueblo que Dios quiere.- Presbítero Alejandro Álvarez Gallegos, coordinador diocesano para la Pastoral de la Salud. pastoralsalud yucatan@hotmail.com