“Eso quiere decir que soy bien yucateco”, expresa el hermano marista Pablo Hernández García al referirse a sus 29 años de permanencia en Yucatán al servicio de la educación de las nuevas generaciones en casi siete décadas de vida consagrada.
El religioso, de 86 años de edad, nacido en Arandas, Jalisco, ha colaborado en esta ciudad con el Centro Universitario Montejo (CUM) y la Universidad Marista, de la cual es vicerrector.
Desde 1994, cuando inició su tercera estancia en Yucatán, no se ha vuelto a ir. La primera fue de 1975 a 1983 y la segunda, de 1988 a 1989.
“Me he encariñado mucho con Yucatán. La gente es muy amable, cariñosa, muy humana”, confiesa al Diario.
El hermano Pablo ingresó a los 12 años a la casa de formación de la congregación marista en Tepatitlán, Jalisco. El 8 de diciembre de 1944 realizó su profesión de votos. Hoy viernes, fiesta de San Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Maristas, celebrará las siete décadas de su consagración con una celebración eucarística que presidirá el arzobispo de Yucatán, monseñor Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, a las 9 a.m. en el Salón de Usos Múltiples “Doctor Jorge Muñoz Rubio” de la Universidad Marista.
El hermano Pablo recuerda que desde niño sintió el llamado a la vida religiosa. “Arandas produjo muchos sacerdotes. Todo mundo iba a reclutar gente”, asegura.
Su idea era entrar al Seminario de Guadalajara, con los jesuitas o los misioneros del Espíritu Santo, que era a los que más conocía. Pero finalmente lo hizo al juniorado de los Maristas en Tepatitlán. “Me atraía la cuestión religiosa por los ejemplos que recibí de mis padres. Y eso no quiere decir que me gustaran las muchachas”, comparte.
Devoción
Sus padres fueron muy devotos de la Virgen María. En su casa rezaban el rosario y asistían a misa casi todos los días. “No cabe duda que el ejemplo de los padres arrastra”, sostiene el hermano marista, quien no desistió de su vocación a pesar de que vivió la persecución religiosa en la “segunda Cristiada”.
“Veía cómo llevaban a fusilar a los cristeros y escuchaba los balazos”, relata. “Era terrible esa época”.
Por la misma situación, su educación pimaria fue “superficial”, pues el colegio de las Madres Siervas de Jesús Sacramentado, donde cursaba estudios, fue clausurado.
El juniorado lo concluyó en Cienfuegos, Cuba. A finales de 1942 regresó a México para iniciar el postulantado y el noviciado en Tlalpan, en la ciudad de México. Después de su primera profesión religiosa, en 1944, el 1 de enero de 1950 efectuó la perpetua.
El hermano Pablo cursó la Maestría en Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México, estudios que, asegura, le sirvieron mucho en los apostolados.
Colaboración
“No he estado en muchos lugares, en comparación con otros religiosos que han viajado por toda la provincia”, admite. Algunos sitios donde ha colaborado son el Instituto México, el Internado de México, en el cual conoció al actual Arzobispo de Yucatán cuando éste era estudiante de secundaria y el hermano Pablo ejercía como prefecto, y el Instituto Valladolid de Morelia, en el que conoció al niño Felipe Calderón Hinojosa, futuro presidente de México, y al padre de éste, Luis Calderón Vega, quien era profesor. En este instituto fundó la preparatoria junto con el hermano Pablo Aguilar.
Sus siguientes campos de apostolado fueron el Centro Universitario Montejo, en Mérida, como coordinador durante 15 años de la sección preparatoria, en la que conoció a Jorge Carlos Patrón Wong, actual arzobispo secretario para los Seminarios de la Congregación para el Clero del Vaticano, “que desde esa época era muy apostólico y tenía mucha influencia sobre sus compañeros”.
Para 1994, cuando ya estaba de regreso en Yucatán, se encontró con que había una fuerte inquietud por fundar la Universidad Marista. El religioso se sumó a un grupo de ex alumnos que apoyaba la idea y que logró que la casa de estudios se convirtiera en realidad en 1996.
El hermano Pablo añade que el hermano Basilio Rueda Guzmán, quien fuera superior general de los maristas, fue su mejor amigo, cuya causa de canonización prosigue en la Santa Sede.- Claudia Sierra Medina
Hermano marista | Aniversario
Pablo Hernández nació el 30 de junio de 1927. Tuvo dos hermanas reilgiosas.
Familia
Fue el décimo hijo de doce del matrimonio que formaron Genaro Hernández Lozano y María Eulogia García López.
Vocación
El hermano Pablo dice que su vocación religiosa se ha sostenido en todo este tiempo porque se ha puesto en manos de Jesús y María. “Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles”. También le ha ayudado trabajar en un ambiente familiar.
Satisfacciones
Dos grandes satisfacciones que ha tenido en sus años de servicio son el programa de formación de adultos mayores de la Marista y el que efectúa el Centro Marista de Desarrollo en la Emiliano Zapata Sur.
Lema de vida
“El que no vive para servir no sirve para vivir”.