Apenas el domingo 4 los niños afiliados en el club deportivo Palestinos celebraron “su día” rodeados por sus padres y hermanos en las canchas de la asociación, en la calle 42 Sur con Periférico.
Domingo tenía que ser -nos explicó el fundador y administrador, maestro Antonio Osorio Vázquez- porque es día de ocasión espléndida para la convivencia familiar, uno de los fenómenos que Palestinos promueve con mayor empeño desde su fundación hace 38 años.
Desde las diez horas, mañana nublada y tibia, la chiquillería comenzó a llegar para pasar un grato momento con juegos, espectáculos, baño de piscina y los sabrosos tacos de cochinita que son, ya se sabe, una costumbre dominical muy arraigada.
Muy entusiastas, las madres de familia organizaron la siembra de árboles para alimentar a otra gran madre, la Tierra, cuyo festejo quisieron unir al del niño. Esta vez se sembraron aguacates, como en el pasado se han sembrado mangos y almendros. (El cronista aprovechó para regar la plantita que le fue dedicada hace dos años).
La siembra de aguacates comenzó a cargo de Eduardo Batllori, secretario del Medio Ambiente y representante personal del gobernador Rolando Zapata Bello.
Un amigo de los niños de Palestinos es el mago conocido como Tío Salim, quien se encargó de divertir a las familias con números de ilusionismo y ventriloquia sólo momentos antes de que los niños recibieran otra satisfacción: las siempre esperadas piñatas con su carga de dulces y frutas.
Antes de alimentar el cuerpo con la sabrosa cochinita, los niños hicieron una larga visita a la piscina, recién pintada y remodelada, ante la vigilancia de dos escuadrones de padres de familia listos para impedir cualquier percance que provocara la traviesa naturaleza de los bañistas. En resumen, una mañana de plena convivencia para los pequeños del sur de Mérida, ahí donde entrenan dos veces por semana y juegan en numerosas ocasiones como integrantes de la Liga “Marcelino Champagnat”.
Día de la familia, de la Madre Tierra y de la alegría infantil.- Jorge H. Álvarez Rendón